27.4.15

No dejes que la silla te succione o cómo mantener la espalda recta pero contenta

“Cuando nosotros estamos angustiados, tenemos miedo o desconfianza, siempre nos inclinamos hacia delante, tendemos a replegarnos hacia la parte anterior. ¿Por qué? Porque siempre hay una carga intensa de energía negativa a nivel del plexo solar, del corazón o de la frente, y quedamos agarrados, identificados, como hipnotizados por esta sensación y por las representaciones correspondientes a dicha sensación, o sea, a la situación que nos la ha producido, a los recuerdos que tenemos asociados a ella, etc. 

Es absolutamente imposible que una persona viva centrada en el eje de su columna vertebral y que tenga miedo o depresión o cualquier otro estado negativo. Puede estar agotada, pero lo estará en un estado interior de serenidad y apertura.” Antonio Blay, Tantra-Yoga.

No sé si será tan radical, pero sí puedo decir que yo he comprobado que la columna recta, aunque relajada, permite que la respiración sea más fluida, se abre el pecho... y sí, la verdad es que la diferencia es considerable y se ve el mundo como más ligero. Es bastante lógico, por otra parte, pero es de esas cosas tan sencillas que ni reparamos en ellas o desconocemos. 

Sólo hay que proponérselo, y para ello la idea de deshacer suavemente la curva de nuestra espalda y respirar hondo como si estuviéramos en el campo, tal vez sea más agradable que pensar en ese profesor y/o padre que nos decía: “niña, ponte recta” (uf, de aquí salió una buena promoción de Encogidos por Rebeldía, estoy segura). Y después, acordarse. Para esto puede haber muchos métodos: a) Cuando sientas que te cruje todo y te empiezas a parecer a Quasimodo delante de la pantalla del ordenador, porque probablemente no has medido bien las coordenadas de altura y distancia de pantalla que te contaron en el último reconocimiento de la empresa; b) Ponte un recordatorio en uno de los múltiples dispositivos que seguramente tengas a mano, post it incluidos, del tipo: No dejes que la silla ni la vida te succionen, respira y que no se note que desciendes del mono. Por ejemplo. Y así hasta la z, seguro que se os ocurren un montón de ideas.

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