16.12.14

Apuntes de lectura

Nosotros hemos elaborado la Gimnasia Expresiva. Con ella movemos el cuerpo para que surjan las emociones guardadas y se mueva la energía estancada en las "corazas".
Hugo Ardiles, La energía en mi cuerpo

Así, es, todo está guardado en el cuerpo, muchas veces oculto, y el movimiento es una herramienta maravillosa que nos va acercando a nosotros mismos.

30.9.14

Entrevista a Juli Disla, autor de la obra de teatro La gente



Desde el momento en que escuché hablar de este montaje, me sedujo. Una puesta en escena innovadora en la que los actores están entre el público en un círculo de sillas, sin escenario. Cerca de La gente. Me pareció una propuesta que tenía que ver con la Revolución Interior, por eso fui el pasado viernes 26 de septiembre a disfrutarla en la Sala Mirador, de Madrid.

La compañía Pérez&Disla te hace vivir desde dentro esa reunión en la que te ves envuelto incluso antes de sentarte. Asamblea, reunión de vecinos, de estudiantes... Los tics, los miedos, los roles que adoptamos, la dureza en la comunicación..., en definitiva, el bagaje que arrastramos prácticamente todos como herencia de nuestra mala o ausente educación para la vida. La gente tiene muchos momentos de risa y sorpresa cuando uno se ve reflejado de forma tan auténtica y certera, sin adornos, y otros en que sientes el nudo en la garganta porque el que habla podrías ser tú o tu padre o tu vecino... Una experiencia que te invita a pensar. Muy muy recomendable. Y no sólo lo digo yo, La gente ha recibido el galardón al Espectáculo más innovador y original en el Festival Internacional de Teatro y Artes de Calle de Valladolid 2014 y ha sido finalista en los Premios Max 2014 a la mejor autoría revelación.

Después entrevisté a Juli Disla, que ha escrito el texto y también actúa en este montaje. Fue un placer conversar con él, desgranar su obra y descubrir su interesante visión de la Revolución Interior.

Os dejo su página web para que os informéis en detalle y su Facebook, que es donde tienen información actualizada de las próximas fechas de representación.









18.9.14

Me entrevistan en el programa Olvida tu equipaje, de Radio Utopía

El viernes pasado tuve el placer de estar en Radio Utopía, donde Armando dedicó su monográfico de cada semana a la Revolución Interior. Es una buena panorámica para aquel que no conozca mi trabajo: Olvida tu equipaje, entrevista Ana Nieto.

Y después de escucharla os recomiendo que indaguéis un poco en su blog o en Ivoox porque a lo largo de sus diez temporadas podéis encontrar entrevistas muy muy interesantes.

Gracias, Armando, por esta oportunidad.

9.6.14

El Amor: esa Bomba de Construcción Masiva.

Interior. Exterior. Revolución. Vida. Expresión. Poder. Egossss.

Y un lugar donde otra forma de entenderse es posible. Quizá es un minúsculo escondite dentro de cada uno, un rincón íntimo y sin defensas, donde el amor anda desnudo y no cabe un enfado.

Quiero llegar hasta él, lo acabo de saber en este instante, es mi última vocación. Quiero descubrir la forma de viajar a ese recóndito paraje humano.

¿Por qué? Porque ahora que la revolución exterior me ha llamado y me hace sentir una explosión de entusiasmo que no quiero que termine, me entristece muchísimo ver las pequeñas luchas que impiden tantas veces avanzar. Esos egos bien criados que hacen saltar chispas. De acuerdo, no sabemos hacerlo de otra forma, no nos han educado para ello. Pero probemos...

¡¡Probemos cosas nuevas!!, arriesguémonos a:

No tener razón. El ego nos juega muy malas pasadas y nos perdemos muchas veces por ser el mejor, el más, el más, el más...  Para construir algo común conviene diluir un poco con humor-y-amor, ese intolerante que es el ego. Bajar la guardia, no defendernos tanto..., si estamos todos en el mismo barco... Escuchar, por loco que parezca lo que alguien diga, escuchar... No atacar. Es la otra cara de bajar la guardia. Si todos lo hacemos a la vez es mucho más fácil. Sí, siempre andamos con eso de "pero y si bajo la guardia y me atacan", claro, así es imposible. Alguien tiene que tirarse a la piscina... ¡Venga, yo! Y yo, y yo, y yo... Bien, ya somos unos cuantos. Siempre va a partir de un "yo", de uno mismo, porque si decimos, "venga, sé tú, empieza tú, baja la guardia", eso no puede funcionar. Es uno el que tiene que hacer ese gesto de entrega, entonces otro lo ve y se suma, o tal vez no, pero es la única forma de intentarlo.

Con esa actitud se puede dialogar: todos podemos, sólo hay que proponérselo y ejercitarlo. Y es que el amor es la mayor Bomba de Construcción Masiva que se conoce. Pero nos da miedo porque no conocemos el alcance de semejante revolución. Nadie está preparado aparentemente para tanto buen rollo, no tiene muy buena prensa, parece que es más digno estar enfadado, ¿no es verdad? Además qué haríamos con toda la rabia. No os preocupéis, ya le buscaremos un hueco..., pero no tiene por qué llevarse todo el protagonismo.

Como hay mucho escéptico por ahí me voy a permitir apoyarme en las palabras de alguien mucho más sabio que yo y mucho más conocido. Cuando le pregunté a Jose Luis Sampedro por la revolución interior, habló entre otras cosas de amor:


21.3.14

Es un placer enorme cultivar empatía y comprensión en la misma tierra que en otro tiempo, quizá ayer, crecía un enfado.

13.2.14

Zorba, la revolución andante


 

Esta es la última escena de Zorba el griego, aviso por si alguien no la ha visto y no quiere destriparla. Tiene algún comentario que ha hecho la persona que lo ha subido a youtube, sobre todo te sitúan en el contexto y hacen un breve y divertido análisis. Creo que merece la pena ver esta escena de vez en cuando, para recordar el espíritu vitalista de Zorba, que me propongo cultivar, aún más ahora.

21.1.14

"...se levanta la prohibición de hablar con gente desconocida..."

Necesitamos un bando mundial que nos libere. Algo así como: “Por orden del señor alcalde del planeta Tierra se levanta la prohibición no expresa de hablar con gente desconocida.” No sabemos quién la impuso, pero da igual. Millones de personas de todo el mundo están en este instante buscando pareja en la red. Millones de seres como tú y como yo, sí, como tú y como yo, porque cuando empezó el fenómeno y eran cuatro gatos los que frecuentaban estas páginas se podía decir aquello de “buah, son unos frikis, ocultan algo”, etc. Pero ahora que son millones creo que casi todos tenemos algún amigo o conocido que ha encontrado pareja por internet o al menos la ha buscado.

Millones de mujeres y hombres pegados a una pantalla mirando un catálogo interminable de posibilidades. Hablando con fotos y letras. Intentando adivinar qué aspecto tendrá su cara cuando empiece a gesticular, cuando se empiecen a unir los ojos de la foto con las palabras del mail y con vete tú a saber qué voz. Qué hacer si nada más aparecer "tu posibilidad" sientes que no te apetece ni empezar una conversación…

Al mismo tiempo, y en el mismo planeta, millones de personas se cruzan: en la calle, en el autobús, en la biblioteca, en el restaurante, en el parque… Millones de personas gesticulantes, con toda su energía viva, su voz al alcance de la mano… Muchas de ellas, seguro que se han quedado alguna vez con ganas de hablar con alguien que ha aparecido en su camino. Creo que nos ha pasado a todos más de una vez. ¿Y por qué no? Ya sé que siempre hay lanzados que lo hacen pero son una minoría. ¿Por qué no? ¿Por qué está mejor visto atravesar una pantalla para llegar al otro, que ir directamente a hablar con él sobre tierra firme? Podemos acercarnos virtualmente con todos los permisos en regla, pero ojo, no lo hagamos cara a cara que nos llamarán locos, atrevidos, casquivanos…

Me dan ganas de lanzar aviones de papel por toda la ciudad con frases que animen a la gente a que lo haga, que digan que está permitido, que incluso sería muy sano. Una lluvia de aviones de papel que nos abra un poco los ojos. Sería una minúsculo grano de arena, lo sé, un darme el gusto, nada más, en realidad. Como siempre, la solución para esto es la educación, pero ¡la educación tiene ya tanto trabajo y los que la dirigen tan pocas ganas de cambiarla, que podemos empujar nosotros un poquito!…

Quizá os suene raro, a mí misma me lo parece por momentos, pero creo que lo extraño es lo que vivimos ahora, esta costumbre de hacer que no nos vemos, de cambiar la mirada si vemos que va a chocar con otra. Esta costumbre de parecer productos industriales, envasados cada uno en su bolsa individual para no mancharnos, para no rozarnos, para no contaminarnos con el calor de los demás. Con el amor de los demás. Para que incluso llegue a parecer que no existe.

2.1.14

No dejemos al 'gran año nuevo' que se coma a los PEQUEÑOS BELLOS DÍAS

Por más ritos y propósitos y listas que uno haga, el año nuevo será viejo si día a día, minuto a minuto, no se cambia algo sustancial. Hay mucha literatura al respecto, cada vez más, pero no sé si ayuda tanto. Es muy fácil enumerar fórmulas para todo, es agradable leerlas e inflarse con la sensación de que lo vamos a hacer, y crecernos, e incluso empezar: "Hoy he corrido 1 horita y ayer también :)))". Mantenerlo es un capítulo aparte.

A mí muchas veces me parece un misterio o un milagro cuando consigues algo que llevabas meses o años intentando o pensando, que aunque no es lo mismo en ocasiones lo vivimos como si lo fuera. Uno quiere, ¡sí!, ¡¡se lo propone!! ESTÁ DECIDIDO, ¡EMPIEZA!Y..., ¿dónde demonios se me ha podido perder la constancia, que hasta ayer la tenía por aquí, entre el chándal y el mp3? Y una espiral de culpas, intentos, logros, caídas... nos atrapa.

Yo dejé de fumar hace unos doce años. Llevaba mucho tiempo sin poder..., hasta que pude. ¿Qué fue lo que realmente hizo que lo consiguiera? Tengo algunas ideas, pero en el fondo no lo sé, probablemente eso que hice en otro momento no me hubiera funcionado. Somos una conjunción de tantas cosas.

No es mi intención en absoluto desanimar, pero sí creo que merece una reflexión, y ojalá tuviera yo la respuesta, esta fiebre de empezar cosas fantásticas a primeros de año que luego abandonamos a la vuelta de la cuesta de enero, exagerando un poco. Quizá la solución, en esto del ejercicio en concreto, sea una mezcla de hacer lo que a uno más le motive con no perder de vista que implica esfuerzo sí o sí y que por mucho que motive muchos días no vamos a tener ninguna gana de hacerlo, porque hay otras mil quinientas cosas esperando y si son sólo dos, son mucho más atractivas. Iré compartiendo mis pequeños descubrimientos, de momento soy sólo un aprendiz.

Supongo que es inevitable hacer cierto balance cuando un nuevo dígito nos dice que el tiempo pasa a lo grande. Puede ser provechosa, desde luego, una vista panorámica de nuestra vida en un año, pero en cuanto a propósitos, yo creo más en las metas pequeñas y constantes: hoy me levanto, me reciclo, me sonrío y empieza todo otra vez. Así que os deseo: ¡¡FELIZ DÍA NUEVO!!, de este año que empieza. Impone menos, ¿verdad?